La serpiente del diluvio
En la antología Cuento Popular Andino, entre los mitos ecuatorianos, más precisamente entre los quichuas, figura el siguiente mito del diluvio. Los tres hijos del primer hombre, Pacha, hicieron guerra con una gran serpiente que, herida con muchas flechas “se vengó vomitando tanta agua que anegó toda la tierra. Pacha y sus hijos, junto a sus mujeres, se salvaron fabricando en la cima de Pichincha una casa en la que guardaron animales y vegetales y víveres.
11 comentarios:
Imagino sin mucho estudio estadístico quela serpiente es el animal que más se repite en las ficciones culturales fundacionales de Occidente. Sus sentidos son variados,desde la fecundidad, la sexualidad, la lujuría. Entre todas las posibilidades, predomina lo malo, pobre bicho.Abrazos
Román Scattini
Walter Krickeberg en su libro "Mitos y leyendas de los Aztecas, Incas, Mayas y Muiscas", nos relata las historia que conservan los Incas como recuerdo del diluvio universal bajo el nombre de VIRACOCHA y en algunos estractos del mencionado libro se dice: "Habiendo el dios que los Peruanos llaman PACHAYACHACHIC, que quiere decir maestro y creador del mundo y es el dios invisible, creador del mundo y en el mundo los hombres le fueron menospreciando, por que unos adoraban rios, otros fuentes, montes y peñascos, y los hacían iguales en divinidad; sentía mucho el dios Pachayachachic semejante delito y les castigaba con rayos esta injuria. El castigo no enfrenaba su iniquidad y así, irritado del todo, les arrojó tan gran aguacero y tan inmensa cantidad de agua que ahogó todos los hombres y de los cuales se escaparon algunos (no culpados). Los de Quito conservan aun la memoria de un antiquísimo naufragio general, del cual se salvaron solo sus progenitores en una casa de palos sobre la cumbre de Pichincha. . . . . . . . Provino aquel naufragio de que los tres hijos del primer hombre o dios, llamado PACHA, no teniendo con quien hacer la guerra, la mantuvieron con una gran serpiente: que herida ésta con muchas flechas, se vengó vomitando tanta agua que anegó toda la tierra, que se salvó PACHA (Noé), con sus tres hijos y mujeres, fabricando una casa flotante sobre la cumbre de Pichincha, donde metió muchos animales y víveres; pasados muchos días largó al ULLUHUANGA (aves semejantes al cuervo) y no volvió por comer los cadáveres de los animales muertos; que echando otro pájaro volvió con hojas verdes, que bajó entoncés PACHA con su familia hasta el plan, donde es la ciudad de Quito y que al tiempo de hacer ahí la casa para vivir todos juntos, ninguno pudo entender los que hablaba el otro; separados por eso, los tres hermanos y el viejo con sus mujeres, se fueron a establecer en diferentes partes de la comarca, donde todavía viven sus descendientes. Otros afirman que, esta creación la hizo el Viracocha desde el sitio de TIHUANACO. . . . de ahí partieron a poblar las tierras; antes de partir hicieron en Tihuanaco los edificios, cuyas ruinas ahora se ven, para morada del Viracocha su hacedor ( (en partiéndose variaron las lenguas, notando las frases de fieras, tanto que tornándose a topar después, no se entendían los que antes eran parientes y vecinos. . . ).
http://www.maxilofacial.info/historia_peru.htm
Sé que en muchas culturas aparece el diluvio y hasta, dicen los entendidos, que hay rastros geológicos de este acontecimiento.
Me pregunto si esta leyenda no estará influenciada o contaminada con las enseñanzas de la religión católica a los indios. ¿Cómo es posible tal paralelismo entre los hechos y los participantes en ellos?
Saludos para todos.
Algunas (otras) serpientes zambullidas en la historia fantástica...
* En la mitología Mapuche, se nombra de Kai-Kai Filu (Filu : Serpiente); ésta es el resultado de la transformación de los hijos de Dios (Chao), por obra de este y por causa de la ambición. Los hijos de Chao querían arrebatarle el poder a su padre, y es asi que éste los arroja a la tierra en forma de vibora alada. Kai-Kai, llena de furia movía su inmensa cola, y provocaba la imundación de la tierra, fue así que Chao crea a Treng-Treng Filu, serpiente buena que contrarresta las embestidas de
Kai-Kai. El gran diluvio que casi hace desaparecer a los Mapuches de la faz de la tierra, lo provoca Kai-Kai, pero por pedido de Chao, quien ve que los habitantes de la tierra se habían olvidado de él, y comenzado a pelear entre ellos. Viendo esto, Tren-Tren, decide encorvarse y elevar las montañas y los cerros, para que escapen ahí las personas. Los que se ahogan se transforman en peces, y sobreviven dos nños que fueron alimentados por una zorra y un puma... los cuales hicieron resurgir a los Mapuches.
* En la mitología China, aparece Gong Gong; dios chino del agua responsable de las inundaciones junto con su compañero Xiang Yao, tiene nueve cabezas y cuerpo de serpiente. En el Tongjian Waiji se dice que era, junto con Fuxi y Shennong, uno de los tres augustos míticos de China.
*En la mitología maya Huracan o Hurakan (El de una pierna) fue el dios del fuego, viento y de las tormentas; y uno de Los tres primeros dioses creadores. Es representado como un ser con cola de serpiente y también de aspecto reptiloide, porta un objeto humeante (posiblemente una antorcha) y una gran corona. De su
nombre proviene la palabra huracán que designa al fenómeno meteorológico. Según la mitología, fue uno de los dioses que participaron en la creación del
hombre a partir del maíz. Hurakan había enviado El Gran Diluvio maya, un diluvio universal, enviado para destruir a los primeros hombres que habían enfurecido a los dioses.
*En la mitología griega, Pitón era una gran serpiente, hija de Gea, la madre Tierra, nacida del barro que quedó en la tierra después del gran diluvio.
*Jörmundgander, la "Serpiente de Midgard", es un gigantezco ser que merodea las aguas, hasta la llegada del Ragnarök ("el destino de los regentes/dioses"); día de la destrucción total . Jörmundgander se arrastrará fuera del océano y envenenará los cielos. Esta serpiente llego a crecer tantoque, podía tocar su cola con la cabeza alrededor del mundo. Mito escandinavo.
*Gilgamesh, también conocido como Istubar, es un personaje legendario de la mitología sumeria.Tras la muerte de su amigo, emprende un viaje en busca de Utnapishtín, el héroe del diluvio universal, al que los dioses habían otorgado la vida eterna. Un a vez que lo encuentra, le pregunta como adquirió la inmortalidad, a lo que solo recibe palabras de desaliento, debido a que la inmortalidad es de uso, exclusivamente, divino. Al verlo consternado, le otorga un presente: La ubicación de una planta que rejuvenece. Gilgamesh la busca, la encuentra, la lleva
consigo y... al estar bañandose a orillas de un río, su planta es robada, ¿por quien? Y, si... por una serpiente.
Lo último que quiero agregar es, algo que ya está a la vista, serpiente y agua, unidas con un propósito símil: Renovación; una vez que se ha acabado un ciclo, la
serpiente se despoja de su antigua piel. El agua, las lluvias; necesarias para la vida, son capaces de enjuagar todo rastro del día anterior.
Diluvio y serpiente, acaso, intentan transmitir un mensaje parecido; fin de una etapa y comienzo de una nueva. Por eso, que mejor para describir esto que:
* Uróboros; animal, muchas veces representado con una serpiente en distintas civilizaciones, el cual forma un círculo, ya que con su boca muerde su cola, simbolizando, entre otras cosas, el esfuerzo eterno, fin y comienzo, transformación... Algo así como el dibujo de M.C. Escher, donde 2 manos se dibujan una a la otra, pero más... zoológicamente fantástico.
Guris, Juan.
Quería comentar algo que, tal vez no este en relación cn el curso, pero es muy interesante.
Pichincha, lugar que abrigo a Pacha, a sus hijos y mujeres; es un vokcán, y está ubicado muy cerca de Quito. A los pies de este accidente geográfico, el 24 de mayo de 1822, se libró la Batalla de Pichincha, a partir de la cual, Ecuador consiguió su independencia, derrotando al imperio español.
Si bien, el primero de los relatos es mito, al ver el segundo, hace ilusionarse con una especie de profecía Quichua, y hace de Pichincha, un lugar legendario.
Guris, Juan.
Interesantes mitos. Creo que la analogía que puede establecer con una lectura biblíca no tiene desprecio. El diluvio es consecuencia de un castigo, y el animal no es nada menos que una víbora, y como comentaba Rómán, generalmente le toca el rol de "la mala de la película", aunque en la tradición mapuche su antagónico es otra víbora (aunque la buena tiene alas...según cuenta la tradición)
En referencia a los comentarios anteriores les dejo un link donde además de la leyenda del diluvio mapuche, hay tres ilustraciones que me parecen muy interesantes y no se pueden compartir por acá. http://geschichteinchronologie.ch/am-S/Mapuche/Esposito_leyendas-ESP/01-diluvio-trentren-caicai-filu.html
Hasta la próxima, Silvana F.
Otra versión:
Una historia mapuche: la serpiente tren tren y el diluvio
Mapuche durantre un niguillatun moderno. Danza este miembro del pueblo que cree que, en el origen del mundo, se produjo un esencial combate entre dos serpientes: la serpiente tren tren, fuerza del bien, y la serpiente Kai-Kai Filu, la potencia del mal. (Foto en Los araucanos en el misterio de los Andes, de Aída Kurteff, interesante obra sobre la dimension sagrada de los mapuches). Mapuche durantre un niguillatun moderno. Danza este miembro del pueblo que cree que, en el origen del mundo, se produjo un esencial combate entre dos serpientes: la serpiente tren tren, fuerza del bien, y la serpiente Kai-Kai Filu, la potencia del mal. (Foto en Los araucanos en el misterio de los Andes, de Aída Kurteff, interesante obra sobre la dimension sagrada de los mapuches). Antes, mucho antes de que llegaran los blancos y lo mataran, Dios vivía en lo alto con su mujer y sus hijos, reinando sobre el Cielo y la Tierra. Aunque siempre era Dios tenía muchos nombres: Chau, el Padre, y también Antü, el Sol, o Nguenechén, Creador del Mundo. A la reina, que era a la vez madre y esposa de Dios, le decían Luna, Reina Azul, Reina Maga y también Kushe que quiere decir “Bruja”o “Sabia”. Dios había hecho un gran trabajo: había creado el Cielo, con todas sus nubes y cada una de sus estrellas, y la Tierra de gigantescos cordones. Había hecho correr los ríos y crecer los bosques, y había entreabierto sus enormes dedos para sembrar aquí y allá los animales y los hombres, los mapuches. Ahora vivía en el Cielo, vigilando sus creaciones e iluminando durante el día su reino inmenso. De noche, la Reina tomaba su puesto y salía a cuidar el sueño de las criaturas dispersas.Como todos los hijos, crecieron también los de Antü y Kushe. Poco a poco, quisieron ser como su padre, crear ellos también nuevos seres y cosas, no por nada eran retoños de Dios. Y los dos mayores empezaron a murmurar, a criticar a sus padres, y a quejarse: “El Chau y la Ñuke ya están viejos, ¿no será hora de que reinemos nosotros?”.
Dios sufría por ese deseo de sus hijos, sufría y juntaba rabia. Esa rabia trataba de barrerla Kushe, pidiéndole que no les diera importancia, que los perdonara. Pero los rebeldes no desistían; comenzaron a azuzar a sus hermanos más jóvenes y a confabularse. “Por lo menos. Deberíamos mandar sobre la Tierra”, decían, y se prepararon para bajar con sus enormes pasos la escalera de nubes. Entonces el rey Chau dejó salir toda su furia. Uno con cada mano, agarró a sus hijos del mechón de príncipes que colgaba de sus coronillas. Con todas sus fuerzas de Dios los sacudió de arriba abajo y los dejó caer desde lo alto sobre las lejanas montañas rocosas. La cordillera tembló con los impactos, y los cuerpos gigantescos se hundieron en la piedra formando dos inmensos agujeros.
Mientras la furia de Dios se deshacía en rayos de fuego, Madre Luna se precipitó entre las nubes y se puso a llorar lágrimas enormes que caían sobre las montañas, lavaban de una vez sus paredes de piedra e inundaban rápidamente los profundos hoyos. Así se formaron los dos lagos vecinos, el Lácar y el Lolog (1), brillantes como la misma cara de Kushe, hondos como su pena. Entonces el gran Chau quiso atenuar el castigo: permitió que la vida volviera a los cuerpos despedazados y los convirtió en la enorme culebra alada encargada de llenar los mares y los lagos, llamada Kai-Kai Filu.
Pero, príncipes o serpiente, seguía albergando el deseo de derrotar a Dios y reinar de una vez por sobre todas las cosas. Rabiosa, impotente, Kai-Kai Filu se llenó de odio contra Antü y los mapuches, sus protegidos. Y por eso azota el agua de los lagos con su enorme cola, levantando olas espumosas, se revuelve hasta formar remolinos devoradores, empuja la marejada contra los flancos de las montañas queriendo alcanzar los refugios de hombres y animales y, reptando por debajo de la tierra, provoca terremotos con la agitación enloquecida de sus alas rojas. Al darse cuenta de que sus criaturas corrían grave riesgo, Dios busco una arcilla especial y modeló una serpiente buena. Dijo: “Tren-Tren, éste es tu nombre”, y con esas palabras le dio vida. Y antes de dejarla bajar a la Tierra, agregó: “Tu misión es vigilar a Kai-Kai Filu. Cuando veas que comienza a agitar el agua del lago, tienes que prevenir a la gente para que busque refugio y se ponga a salvo...” Pasó el tiempo, y el rey Chau decidió enviar a otros de sus hijos a la Tierra, para tener informes de lo que sucedía y hacer llevar sus instrucciones a los mapuches. El mismo quiso bajar al cabo, y ver con sus propios ojos los frutos de su obra. Dios apareció un día entre los mapuches como si fuera uno más, oscuro, cubierto con un cuero y con la cabeza desnuda. Les enseñó a cumplir los trabajos y respetar el tiempo: el arte de la siembra y la cosecha, la elección de las semillas y la conservación de los alimentos. Y les hizo un gran regalo: el fuego. Así fue como Dios ganó otro nombre: Kume Huenu, que quiere decir “lo bueno del Cielo”.El rey Chau volvió a su casa y pasó otro tiempo muy largo, tan largo que la gente se fue olvidando de muchas enseñanzas que había recibido, dejó de ser buena y empezó a pelearse entre sí. Ya no había quien hiciera escuchar los consejos de Dios, los propios descendientes de sus hijos hablaban de sus antepasados sin ningún respeto. Y mientras se quejaban de todo e insultaban mirando al Cielo los hombres se robaban y se asesinaban entre ellos...Cada vez que se asomaba a contemplar el estado de su creación, el gran Chau se daba vuelta enseguida y apretaba los labios con amargura. Así empezó otra vez a juntar su rabia divina, hasta que decidió recurrir a Kai-Kai Filu. Y a éste le dijo: "Quiero que agites una vez más el agua del lago, que la superficie se ponga oscura , que chasqueen las olas unas contra otras y salte la espuma blanca, a ver si un buen susto hace que los hombres cambien su conducta". Pero esto también lo escuchó Tren-Tren, la culebra buena que vivía en la montaña de la Salvación. Enseguida lanzó su silbido de alerta, la aguda contraseña que se coló por todas las quebradas como si fuera un viento, convocando a todos los mapuches al cerro Ten-Tren.
Y el pueblo, lleno de miedo, comenzó la escalada. Pero ya el lago los perseguía y, bajo sus pies, las escarpadas laderas se movian, agitadas por los terribles movimientos de Kai-Kai. De modo que hombres, mujeres y chicos rodaban como pequeñas piedras hacia el fondo, mientras el gran Chau enviaba rayos de fuego que aniquilaban a los que lograban sostenerse. Y todos murieron, menos un niño y niña que sobrevivieron en el abismo profundo de una grieta. Unicos seres humanos de la Tierra, crecieron sin padre ni madre, desabrigados de palabras y amamantados por una zorra y una puma, comiendo los yokones que crecían en las alturas. De ese niño y niña descienden todos los mapuches, resucitados. Pero el gran Chau debió de haber muerto un poco con sus criaturas, porque desde ese momento se mostró pocas veces y parecía no escuchar los ruegos de los hombres. Seguramente por eso fue posible que llegaran los blancos y le dieran la estocada final.
Desde entonces la Tierra ya no es lo que era: las semillas no brotan como antes y las cosechas son escasas; proliferan las enfermedades y los chicos no hacen caso a los mayores. En el Cielo las cosas no marchan mucho mejor, rota la alianza entre los astros: la Madre Luna esconde entre las nubes su cara magullada y escapa, escapa siempre, perseguida por un Sol muerto...(*)
(*) Fuente: Leyendas de la Patagonia, Arnoldo Canclini compilador, Ed. Planeta.
Daniela G.
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